El número de toneladas de muebles que terminan en los vertederos cada año (aproximadamente igual al contenido de 25 edificios del Empire State) (Fuente: Metropolis). Los materiales baratos y la vida útil limitada fomentan el aumento de residuos en los vertederos. La sociedad está atrapada en un modelo económico de «crecimiento perpetuo» y el consumismo es su combustible. Sin duda, se necesita urgentemente un cambio de paradigma hacia la circularidad. En este contexto, Jaime Salm es un actor de cambio que está sacudiendo la industria del diseño con su enfoque verde. En esta entrevista, el diseñador colombiano, y quien reside en los Estados Unidos, habla de su proyecto MIO y comparte valiosas ideas sobre el diseño sostenible, el espíritu empresarial y la educación para el cambio.

¿Quién es Jaime Salm?

Jaime, tus diseños verdes han sido exhibidos por varias instituciones influyentes en el campo del diseño. Tu trabajo fue presentado en el New York Times y ha sido reconocido con el premio a la Mejor Colección en la International Gift Fair de Nueva York. Me atrevería a decir que eres un modelo a seguir en este campo. Entonces, en primer lugar, ¿qué te llevó a interesarte por el diseño? Y, ¿cuál fue el punto de inflexión que te hizo acoger la sostenibilidad en tu trabajo como diseñador?

Jaime Salm: Originalmente quería ser un artista y aprendí sobre diseño industrial de un profesor en la escuela secundaria. Sonaba intrigante, una mezcla entre arte y negocios como ella lo describió. Apliqué a varias escuelas en los EE.UU. y terminé en una pequeña escuela de arte llamada La Universidad de las Artes en Filadelfia. Resulta que era el momento perfecto. El departamento estaba dirigido por diseñadores y pensadores muy creativos e influyentes. Ellos equipararon al Diseño Industrial con la «ingeniería social». Era 1998 y las conversaciones giraban en torno al impacto ambiental y social. Era una forma muy avanzada y poderosa de pensar sobre lo que debería ser el diseño. En cierto sentido, mi educación me enseñó que un buen diseño es un diseño sostenible. No puedes separar estas dos ideas. La sostenibilidad es un enfoque del diseño, no una checklist que hay que rellenar. En el momento en que sabemos cuál es nuestro impacto, necesitamos abordarlo de alguna manera. Estos fueron los primeros días de la «segunda ola» de la sostenibilidad y la RSE y me marcaron un camino bastante claro.

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"Todo lo que actualmente llamamos sostenibilidad busca encontrar ese equilibrio o una corrección de algún tipo."

Todo el mundo habla sobre sostenibilidad en estos días. De hecho, parece que casi todo puede ser etiquetado como sostenible para hacerlo más atractivo. ¿Qué significa la palabra sostenibilidad para ti? ¿Cómo la has integrado a tu trabajo?

JS: La sostenibilidad, en mi opinión, es nuestra capacidad de transformar la cultura, la sociedad y el medio ambiente en un sistema autosostenible y perfectamente equilibrado. Todo lo que actualmente llamamos sostenibilidad busca encontrar ese equilibrio o una corrección de algún tipo. Estamos en una coyuntura muy crítica; la próxima década definirá nuestra existencia. La sostenibilidad debe ser vista desde una perspectiva de sistemas. Constantemente estamos abordando piezas individuales pero a menudo no miramos el panorama general. Por ejemplo, podemos seleccionar materiales de menor impacto para hacer algo, pero rara vez hacemos la pregunta: ¿Debería existir este producto o servicio? Como diseñador vamos un paso más allá y nos preguntamos: ¿Qué debería ocupar su lugar y cómo creamos valor social y económico? 

Nuestro negocio es bastante único y me ha permitido integrar la sostenibilidad en nuestros productos y los de nuestros clientes. Hemos trabajado para compañías en los sectores de la banca, la belleza, la venta al por menor, la educación y el gobierno. MIO opera tanto como una consultoría de diseño como una marca que vende mobiliario sostenible para el mercado de A&D. En este doble papel vemos de cerca cómo las organizaciones abordan la sostenibilidad. También llegamos a experimentar esos desafíos de primera mano. Diría que el hilo conductor de todas nuestras soluciones es entender el contexto del producto o la empresa para tener el máximo impacto en el sistema. Esto puede ser tan banal como el abastecimiento de material inteligente y tan complejo como cambiar la cultura de diseño dentro de una organización. A veces, mostrar a otros cómo reducir el impacto de su organización tiene más impacto que diseñar algo para ellos. Otras veces se trata de cuantificar el impacto y ayudar a las empresas a medirlo. Esto puede tener un profundo impacto en sus elecciones de negocios, especialmente ahora que nos hemos vuelto más conscientes del poder de la información.

¿En tu página web dice que la «estrella guía» de la compañía es el Deseo Responsable? ¿Puedes profundizar más en el concepto?

JS: «Deseo responsable» es la abreviatura de cambio cultural. Nuestra visión es una cultura que valora la responsabilidad social y ambiental por encima de todo. Sabemos como diseñadores que sin deseo no hay compra, por lo que pensamos que las opciones sostenibles deben ser las más bellas, asequibles, funcionales y en el contexto del consumismo las más ambiciosas de todas. Queremos apropiarnos de ese deseo por el producto y usarlo para una buena causa: Nuestra supervivencia en este planeta.

"Hemos sido 'educados' para consumir y los ciclos del producto y la experiencia se han acortado."

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, alrededor de 9,8 millones de toneladas de muebles terminan en los vertederos cada año. ¿Cuál es tu percepción al respecto? ¿Cuáles son las causas subyacentes?

JS: Este es un problema que se ha ido acumulando durante décadas. Hemos sido «educados» para consumir y los ciclos del producto y la experiencia se han acortado. Por ejemplo, primero tuvimos la moda rápida y ahora ésta ha migrado a los muebles rápidos. Esto ha sucedido en todas las categorías de productos que se me ocurren. El resultado, por supuesto, es un montón de recursos desperdiciados en todos los niveles. Estamos empezando a ver las raíces de una economía de la experiencia donde el producto juega un papel de apoyo, pero ninguna de estas empresas están preparadas para la circularidad. Sólo están usando productos baratos y desechables para satisfacer los deseos sin abordar realmente las necesidades de forma holística. Anticipo que algunos de estos paradigmas se romperán pronto, pero los viejos hábitos son difíciles de erradicar, especialmente cuando parecen fórmulas probadas y verdaderas para las empresas establecidas.

"Ser una empresa sostenible, en mi opinión, es ser una empresa comprometida con el progreso ambiental y social. Nunca hay un final a la vista acerca de lo que se puede mejorar."

Puedo imaginar lo difícil que puede ser combinar el querer satisfacer las necesidades ambientales, mientras te enfocas en un diseño centrado en el usuario, y al mismo tiempo intentas reducir los desechos. ¿Cuáles son los retos a los que te enfrentas como un empresario de diseño sostenible? ¿Y cómo los superas?

JS: El principal desafío para nosotros en el lado de la consultoría es la educación. Estamos constantemente enseñando a las organizaciones sobre su impacto y las oportunidades en el mercado. Ser una empresa sostenible, en mi opinión, es ser una empresa comprometida con el progreso ambiental y social. Nunca hay un final a la vista acerca de lo que se puede mejorar. Eso es muy difícil de aceptar para una persona de negocios. Una vez que tienen una fórmula quieren seguir haciendo lo mismo una y otra vez indefinidamente. Dirigiendo el lado del producto de MIO entiendo ese impulso pero sé que siempre hay una nueva forma de hacer las cosas a la vuelta de la esquina, que puede mitigar el impacto y servir mejor a la comunidad. Como dije, la sostenibilidad es un proceso, no una lista de control.

 La colección de muebles es una bestia completamente diferente. Ha pasado por muchas iteraciones y nuestro enfoque ahora mismo es el mercado comercial de productos acústicos y auxiliares. El mobiliario es un negocio de capital intensivo, por lo que necesitamos más capital de crecimiento. También tenemos planes para dar grandes saltos hacia una mayor circularidad, pero necesitamos más escala para hacerlo. Para mí 2020 fue un año para usar mi «sombrero de negocios», por así decirlo. Me centré en las ventas y en las operaciones, manteniendo las cosas a través de la pandemia. 2021 es un año de grandes cambios y estamos entusiasmados con las perspectivas. Estoy seguro de que para finales de año seremos una compañía completamente diferente a la que somos hoy.

El mundo en que vivimos tiene una necesidad urgente de un desarrollo verdaderamente sostenible en todos los campos. En tu opinión, ¿qué iniciativas y/o proyectos están acelerando el cambio en el campo del diseño?

JS: Creo firmemente que el gobierno y la legislación deben estar de primero para que las cosas cambien. Sin penalizar el impacto, los negocios no cambiarán lo suficientemente rápido para que nuestro planeta haga la transición. Solía pensar que los incentivos eran mejores, pero ahora creo que una combinación de incentivos y penalizaciones es el camino a seguir. Los incentivos y las penalizaciones deben ser bastante significativos para motivar los cambios requeridos. Incluso si esto lo aplicaramos sólo a las tres industrias más contaminantes, podríamos ganar más terreno para realizar los cambios complejos que se requieren en más sistemas. Esto, por supuesto, afectaría la forma en que operamos en todos los campos, incluyendo el diseño. La segunda parte de la ecuación, desde mi punto de vista, es la educación. Muchos de los desafíos políticos, sociales y económicos que enfrentamos hoy en día se remontan a la falta de educación. Cuantas más personas eduquemos, mejores serán nuestras oportunidades. Se podría pensar que esto no tendría un impacto en mi profesión, pero un cliente educado es un cliente muy sofisticado, que exige algo completamente diferente. Vemos esto ahora en muchos informes de RSC, clientes exigiendo que sus marcas favoritas hagan algo con respecto a su impacto. Hay muchos estudios que correlacionan la educación y la toma de medidas para mitigar el propio impacto. 

"Rechaza lo que no es necesario y conviértelo en un hábito."

¿Qué le dirías a las personas que intentan vivir una vida menos contaminante?

JS: En los EE.UU. popularizaron las tres R como una forma de tener menos impacto: Reducir, reutilizar, reciclar. Yo añadiría una cuarta R al principio: Rechazar. Simplemente no comprar o consumir cosas innecesarias. Rechaza lo que no es necesario y conviértelo en un hábito. Esto tiene el beneficio añadido de intensificar las experiencias. Estate atento y sé consciente. Si tienes que comprar algo, entonces investiga. Sé considerado y estratégico con tus compras, es decir, compra productos de calidad hechos responsablemente. Siempre elige las experiencias, para ti y para los demás, por encima de las cosas . Todo lo que haces tiene un impacto; los cambios paulatinos en tu comportamiento se suman al cambio cultural. 

¿Algún deseo en particular para el 2021? ¿Para ti mismo? ¿Para nuestro mundo?

JS: Es raro que yo desee cosas. ¡Me gusta hacer planes! Pero sí deseo que incorporemos las lecciones del 2020 para que podamos empezar un nuevo camino hacia un planeta responsable, equilibrado y equitativo.

Fotografía de portada: Jaime Salm